Aunque llevan poco tiempo desde que se introdujeron en España, ya en el año 1992, los videojuegos ocupaban uno de los primeros lugares en cuanto a la elección de los niños. Y es que llegaba o llega nuestro cumpleaños, el día de navidad o cualquier festividad y muchos individuos prefieren invertir en videojuegos y consolas que en otros objetos.
Y ya no sólo son utilizados los videojuegos por los más pequeños, porque sobre todo los hombres tengan la edad que tengan se pasan la vida pegados a la Pley Station, o la X box. Nosotras las mujeres, a medida que vamos creciendo, preferimos inventir nuestro dinero en nuestro día a día, en cosas más prácticas, como ropa, accesorios, maquillaje, pero cuando somos pequeñas también caemos en las redes de los videojuegos y la simulación.
Ahora bien, los niños conciben los videojuegos como una oportunidad de escapar de la rutina y de pasárselo bien, por lo que, ¿cómo podemos aplicarlo a la educación sin que los niños lo asocien exclusivamente con ocio?, ¿cómo podemos transmitir conocimientos y valores a través de un videojuego?
Según la psicología de la educación, a través de la motivación y de la influencia de esta en el aprendizaje podemos hacer que videojuegos educativos o con contenidos académicos nos sirvan para enseñar a nuestros alumnos conceptos y conocimientos, ya que:
- Lo fundamental es que la tarea tenga en sí misma el suficiente atractivo o motivación para promover el aprendizaje.
- Existen otras fuentes de motivación, entre las que destacan los refuerzos, que pueden ejercer un papel importante.
- Los juegos electrónicos reúnen muchas de las características que exige una organización eficaz del aprendizaje social, como el conocimiento inmediato de los resultados, el conocimiento claro de las tareas y objetivos a conseguir, la posibilidad de repetir y corregir el ejercicio o la recompensa inmediata después de cada logro.
Sin embargo, los videojuegos han recibido muchas críticas a lo largo de los años debido a que incitan la violencia y otras actitudes que no son nada beneficiosas ni recomendables para, sobre todo, los más pequeños. Existe la opinión generalizada de que algunos tipos de juegos no pueden aportar nada bueno en el desarrollo psicosocial, sobre todo en el caso de los más pequeños. Pero la verdad es que, muchas veces, las opiniones y los juicios vertidos se han hecho en base a consideraciones intuitivas y no en relación a investigaciones serias.
Los videojuegos o simulaciones que se van a utilizar en un aula ni mucho menos van a presentar características violentas, actitudes incívicas, comentarios obscenos o algún signo de discriminación o racismo, que son los aspectos que más preocupan de los videojuegos, por lo que ¿por qué no introducirlos en nuestra aula para que los niños también asocien los videojuegos a la enseñanza y al aprendizaje de una forma mucho más atractiva, dinámica y divertida? Como todo en la vida los videojuegos van a tener sus "pros" y sus "contras", ya que también se ha hablado mucho sobre la salud en cuanto a pasar tanto tiempo delante de una pantalla de ordenador o de televisión utilizando videojuegos, ya que esto supone un daño bastante grande a nuestros ojos y a nuestra espalda mayoritariamente.
En definitiva y bajo mi punto de vista, debería ser obligatorio que todos los docentes tuvieran conocimiento y acceso a videojuegos que transmitan conocimientos y ayuden a los niños a adquirir competencias y conocimientos en el aula. Así también estamos educando a hacer un uso responsable de los videojuegos y fomentar que nuestros alumnos no solo compren videojuegos de peleas, coches, y aventura, sino que también se interesen por aquellos que les ayudan a ser más inteligentes y mejores alumnos...
Webgrafía:
http://campus.usal.es/~teoriaeducacion/rev_numero_02/n2_art_etxeberria.htm
imágenes extraídas de GOOGLE.
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