En esta entrada se va a tratar un tema que no se ha visto ni entra en la materia de la asignatura de Educación y Sociedad pero que tiene relación con esta, además me ha parecido interesante el informarme para poder el día de mañana en mi aula educar a mis alumnos en el consumo responsable.
Es una realidad que la sociedad actual tiene una tendencia muy alta a "comprar por comprar", aunque no lo necesitemos, aunque tengamos ya una cosa igual que la que adquirimos, aunque nos parezca caro...
Nos han enseñado a derrochar sin arrepentimiento ni cargo de conciencia, somos una sociedad claramente consumista. Si tenemos problemas los adultos para controlarnos y para decidir qué debemos comprar y de qué debemos prescindir aunque nos duela no me quiero imaginar el conflicto interno que tendrán nuestros más pequeños con el consumismo. La televisión, vista una gran cantidad de horas por la gran mayoría de los niños e Internet, nos bombardean constantemente con anuncios de productos de todo tipo: juguetes, aparatos electrónicos, videoconsolas, perfumes, coches, maquillaje...

Nos crean la necesidad de que no podemos vivir sin una serie de productos y por lo tanto los compramos irracionalmente en muchas ocasiones. Esto puede llegar a desembocar en problemas graves, y más en los niños, que ven como todo el mundo tiene "x" producto y por lo tanto ellos también deben tenerlo. Lo quieren todo, les gusta todo, lo necesitan todo, y muchas veces los padres no saben decir "no" porque les da miedo el enfado que puedan provocar en sus hijos o lo que puedan hacer con tal de salirse con la suya... Tiene mucha culpa los medios de comunicación pero, nosotros, los padres y profesores, debemos EDUCAR, CONTROLAR Y CONCIENCIAR en un consumo responsable. Como se suele decir "menos es más", es decir, no necesitamos 200 mil juguetes para ser felices y sentirnos realizados. Las únicas necesidades básicas que tiene el ser humano son comer, beber, dormir y disponer de un techo sobre el que refugiarse y desarrollar la vida. Lo demás, son invenciones, son necesidades psicológicas absurdas que nos creamos pensando que vamos a mejorar y enriquecer nuestro día a día, y esto es falso.

Claro que está bien darse un capricho de vez en cuando, claro que es adecuado y correcto tener un ordenador, una televisión y una consola en casa que faciliten el día a día, pero como todo en la vida hay que consumir con raciocinio, en su justa medida.
Desde el punto de vista docente se van a plantear una serie de objetivos a conseguir en el aula con respecto a este tema social y educativo:
1. Concienciar a los alumnos de que hay otros niños que no pueden tener juguetes como ellos. Y en muchas ocasiones los niños que menos tienen son los más felices. Poner imágenes de niños en países subdesarrollados jugando con una pelota desinflada y rota pero felices, radiantes, porque al menos tienen eso.
2. Valorar lo que tienen y lo que las familias les ofrecen. Muchas veces no nos damos cuenta, incluso los más adultos, de la suerte que tenemos. Siempre nos fijamos en lo que nos falta en vez de alegrarnos por lo que tenemos a uestra disposición, siempre nos parece más bonito el jardín del vecino que el nuestro y esta, no es la actitud que debemos seguir, y cuanto antes lo interioricemos mejor, más felices seremos.
3. Lograr actitudes de respeto y tolerancia ante todos sus compañeros. Es decir, nadie es mejor que nadie por tener más cosas que los demás y viceversa, nadie es peor por disponer de menos aparatos electrónicos, juguetes etc.
4. Fomentar actitudes de solidaridad y afecto ante sus compañeros. Es decir, es mucho más enriquecedor compartir aquello que tenemos que disfrutarlo en soledad. Hay que fomentar que en nuestra clase nuestros alumnos compartan e intercambien juegos y juguetes, los utilicen conjuntamente y se den cuenta de que compartir es algo increíble.

Creo que es un tema que se debería tratar en la escuela y en los hogares ya que cada vez se agrava el fenomeno social del consumismo, y esto puede derivar en problemas psicológicos como la ansiedad, la depresión, la obsesión por las compras etc. No se trata de ningún juego ni de nada pasajero sin importancia, es un problema social real que se puede y debe abarcar desde la educación cuanto antes y desde que los niños son pequeños....
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Imágenes extraídas de GOOGLE.
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